Son amigos y fueron socios durante ocho años en el español Barcelona, para muchos el equipo que revolucionó el fútbol moderno con un juego artístico que provocaba el deleite de los hinchas.
Uno, el argentino Lionel Messi, transita el mejor momento de su vida: a los 36 años, después de ganar el Mundial de Qatar con la selección albiceleste, juega y disfruta en Inter Miami CF, equipo al que hoy puede regalarle la primera estrella de su corta historia.
El otro, el brasileño Dani Alves, atraviesa, quizás, su hora más dramática: desde hace más de seis meses está detenido en una penitenciaria de Cataluña a la espera de un juicio por violación, después de que una mujer de 23 años lo acusara de haberla agredido sexualmente en una discoteca de Barcelona, el pasado 31 de diciembre.
Involuntariamente, ambos son protagonistas de un polémica que desde mañana escribirá nuevas páginas, sobre todo si Inter Miami CF derrota hoy a Nashville SC en la final de la Leagues Cup y «La Pulga» suma un nuevo título a su galáctico palmarés.
Messi y Alves, protagonistas de un debate entre estadígrafos del fútbol.
Según muchos estadígrafos, el argentino y el brasileño son hasta el momento, con 43 títulos, los futbolistas más ganadores de la historia, por lo que Messi podría quedar como líder solitario de esta clasificación, con 44, si «Las Garzas» se adjudican hoy el triunfo en la final del torneo que reúne a los clubes de la Major League Soccer (MLS) y de la Liga mexicana.
Otros estudiosos de las estadísticas, en cambio, aseguran que «Leo» no tiene 43 títulos en su haber, sino 42, con lo cual igualaría el récord del exlateral brasileño si consigue esta noche alzar el trofeo de la Leagues Cup en el Geodis Park.
El título de la polémica es el de la edición 2005 de la Supercopa de España, que enfrentó en partidos de ida y vuelta a Barcelona, por entonces campeón de la Liga, con Real Betis, titular de la Copa del Rey.
La gloria deportiva se la llevó el conjunto blaugrana, con una goleada como visitante por 3-0 y una derrota en casa por 2-1, pero el debate quedó instalado porque, si bien Messi era activo integrante del plantel culé, el técnico neerlandés Frank Rijkaard no convocó al argentino, que estaba enfermo, para ninguno de los dos encuentros.
Messi no fue convocado para las finales de la Supercopa de España en 2005.
En esa circunstancia radica la diferencia de criterios, y por ende de números, entre los historiadores del deporte rey.
Fueran 43 o 44, los números del capitán de la selección argentina no dejan de provocar asombro. Ante la franquicia de Tennessee, el crack rosarino, que ha marcado nueve goles en seis partidos con la camiseta de Inter Miami CF, jugará la final número 42 de su carrera.
Hasta el momento, contando a Barcelona, al francés PSG y a la selección argentina, Lionel Messi ha disputado 41 finales, de las cuales ganó 29 y perdió 12, además de marcar la impresionante cantidad de 36 goles.