Dos personajes súper pintorescos lo siguen a todos lados, como si fueran sus siameses. Uno aparece en todas las imágenes en las que Lionel Messi se muestra públicamente, desde cuando baja del bus para ingresar en el vestidor de un estadio hasta cuando va con su familia a algún restaurante de Miami, su nueva casa.

El otro es algo más anónimo, aunque a toda velocidad capta seguidores y fieles en las redes sociales orando y dando protección espiritual al astro argentino, epicentro por estos días del terremoto que su presencia ha generado en el fútbol de Estados Unidos.

Uno es Yassine Cheuko, un estadounidense de ascendencia musulmana que lidera la comitiva de casi 50 personas que el crack se vio obligado a contratar para velar por su seguridad y la de su familia. El otro es Milad Soleimani, un iraní que vivió desde pequeño en Argentina y a quien llaman «El Pastor de los Famosos».

Cheuko se ha convertido en la sombra de «Leo» Messi en Miami.

Cuentan que Cheuko, nacido en California, tiene un pasado vinculado con la Navy Seal, la más importante fuerza de operaciones de la Armada de Estados Unidos, con la que acredita experiencias en Irak y Afganistán. Es especialista en boxeo, taekwondo y artes marciales mixtas.

Desde que Messi llegó al Estado de Florida, en julio pasado, el custodio ha multiplicado exponencialmente su popularidad en las redes sociales y, a juzgar por el elevadísimo rendimiento del argentino en Inter Miami CF, también se ha convertido en quien mejor ha marcado a «Leo», al que sigue a a sol y a sombra, incluso recorriendo la línea lateral del campo de juego durante los partidos por si algún espectador ingresa desde la tribuna con la intención de tocarlo.

El segundo personaje es algo más folclórico. Soleimani nació en Irán, pero la guerra entre su país e Irak obligó a sus padres a buscar un futuro mejor en Argentina, donde vivió gran parte de su vida. Hace 22 años se casó con la pastora Sabrina, con la que tuvo tres hijos y quien lo introdujo en el camino de la iglesia Evangélica. Juntos fundaron en los alrededores de Buenos Aires «La Casa del Alfarero», que, según ellos mismos dicen, se dedica a «milagros y exorcismos».

Hace unos años, la familia emigró a Miami. “Un profeta especialista en visiones me dijo que me veía predicando de Dios en Estados Unidos, en los estadios”, aseguró en estos días al portal de noticias argentino Infobae.

Soleimani llevó su prédica a Miami y ahora ora por «La Pulga».

Allí se relacionó con «celebridades» de la farándula argentina que van asiduamente a «La Ciudad del Sol», oró por el Heat de baloncesto y en el último tiempo descubrió su faceta periodística creando con un socio el medio Leo Miami Sports, que cubre cada detalle de la vida del crack rosarino en Estados Unidos.

Aunque no pudo viajar a Qatar por “trámites migratorios”, Milad Soleimani reconoce que dio la bendición a Messi y al seleccionador argentino, Lionel Scaloni, además de regalar una biblia al futbolista Rodrigo De Paul para que acompañara al equipo en la Copa del Mundo que terminó con el tercer título para la Albiceleste. 

“Los equipos me toman como amuleto de la suerte», dice el iraní-argentino, al que puede verse luciendo sus joyas en cada partido de Inter Miami CF.

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